El personal médico del Departamento de Medicina del Hospital St. Michael, el Centro de Salud para Estudiantes de Medicina y el Instituto de Investigación de Salud Urbana están uniendo fuerzas para investigar si las lesiones médicas relacionadas con la temperatura podrían estar contribuyendo a un número creciente de pacientes que necesitan cirugía en hogares bien climatizados.
El equipo espera utilizar esta nueva información para mejorar las tendencias en la conversación y la comunicación en la sala de emergencias.
En su búsqueda, los investigadores planean recopilar información sobre el historial médico y la temperatura corporal y la función respiratoria de una cohorte de 500 pacientes, más una cohorte de 250 que ya se someten a procedimientos quirúrgicos.
“Debido a que las elevaciones de temperatura son una ocurrencia común en pacientes que se someten a cirugía, estamos buscando el historial médico relevante y la función respiratoria de estos pacientes”, dice Aleena Krystalson, enfermera científica en St. Michael’s Dr. Trias, profesora asistente en la Escuela Schulich de Medicina y Odontología de Western, y una de las dos investigadoras principales del proyecto.
Los investigadores pretenden ampliar y validar el concepto de investigación reclutando también cirujanos de viento costero de la costa anillada, que a menudo operan en una casa en forma de cúpula que es buena para la ventilación.
Las cirugías de emergencia son “muy, pero no todas, seguras durante el minuto que un paciente está expuesto a temperaturas ambiente de hasta 20 grados Celsius (86 Fahrenheit) durante su cirugía debido al grosor de la pared de las vías respiratorias”, agrega Krystalson.
El objetivo, que no es necesariamente nuevo, es utilizar el sistema médico para comprender mejor los efectos de su cirugía, para responder a una serie de preguntas sobre sus propias cirugías y más, cree.
“Nuestro objetivo es encontrar la mejor manera de terminar la conversación en lugar de solo los números”, dice Krystalson, quien codirige el proyecto programado para que los ensayos clínicos se envíen a los Institutos Nacionales de Salud.
El IRN también señala que el trabajo quirúrgico en pacientes con altas temperaturas corporales puede causar algunas lesiones. Es una advertencia sobre los bomberos que pueden no estar usando guantes cuando están en el trabajo. Y las alarmas en la sala de emergencias llegan temprano, a menudo después de que los pacientes con infarto de ventilador se han recuperado de su operación.
“Queremos interrumpir la conversación y hacer que la gente hable sobre sus experiencias”, dice Julie Charlton, una científica del personal de enfermería que ha estado involucrada en el proyecto y forma parte del equipo de gestión del GTC.
UC Davis ha asignado un equipo de expertos médicos, de ingeniería y clínicos al estudio, así como al Instituto de Investigación e Innovación de los Bomberos de California, que financia los estudios.